Durante los años de ejecución, el proyecto logró la construcción de 2.423 obras de diversa tipología: 1.755 placa huellas que suman un total de 620.208,24 m² construidos, 150 escenarios deportivos, 199 escenarios comunales, 90 obras de arte como box culverts, alcantarillas y bateas, 11 convenios orientados al mejoramiento de vivienda que permitieron intervenir 111 hogares, así como la mejora de 43 centros educativos. A esto se suman 158 obras en parques, andenes, alamedas, bordillos, y 17 contratos destinados al embellecimiento de fachadas. Este conjunto de intervenciones no solo representa una mejora tangible en la infraestructura, sino también un avance en la equidad territorial y el bienestar de la población.

La Corporación Tierra SOS fue la encargada de brindar el acompañamiento en las veredas y barrios, mediante visitas de seguimiento que, en algunos casos, implicaron numerosas travesías logísticas debido a la difícil accesibilidad de ciertos lugares; estas visitas permitieron brindar soporte social, administrativo y técnico de forma idónea a las comunidades. Este enfoque fortaleció el tejido social y promovió la corresponsabilidad comunitaria, maximizando los recursos disponibles. Gracias a iniciativas como la “mochila comunitaria”, se recolectaron donaciones en especie y mano de obra que ampliaron el alcance de las obras. Como resultado, 631.603 personas fueron beneficiadas directamente, consolidando así un modelo de gestión participativa que ha potenciado el desarrollo local y el empoderamiento comunitario en Cundinamarca.